No eres muy diferente

¿Alguna vez te has sentido especial, superior o diferente al resto de personas? Lamento decirte que cuanto más, no te diferencias por mucho. Al nacer podemos estar condicionados a muchas cosas, pero en la esencia no eres muy distinto de cualquiera. Básicamente, son dos factores los que te distinguen del resto de personas: la suerte y tu capacidad para afrontar la vida.
 
La suerte sí, es muy importante, como podría ser nacer en una familia que te quiera y te cuide, desde donde sentirte seguro para emprender tu vida. Suerte para nacer en un lugar seguro, donde vivir en paz, donde poder conseguir lo que te propongas. Suerte para estar en el sitio indicado donde está la chica o el chico indicado, ese que podría ser el compañero de tu vida. Suerte para encontrar ese trabajo, en el que tantas horas vas a pasar. Suerte de conocer a personas maravillosas. La suerte es un factor esencial en tu vida, en la vida de todos. 
 
El otro factor muy condicionante es tu capacidad para afrontar la vida. Es la magia que tiene la gente positiva, la gente que siempre hace planes, que nunca se aburre, que le gusta hacer cosas, aprender, conocer gente. Esas personas que no tienen miedo a nada, que toman decisiones muchas veces sin darle más importancia de la que realmente tienen. Tú capacidad para afrontar la vida, puede cambiarlo todo.
 
Un factor con el otro es una mezcla explosiva. Hay gente que es tan positiva, que a veces confunde su capacidad de afrontar retos con la suerte. Muchas veces, detrás de gran éxito, hay mucho trabajo, otras suerte o incluso ambas. Lo que está claro que la suerte puedes tenerla o no. Se pueden dar los factores o no. Pero si tienes gran capacidad de afrontar la vida, tarde o temprano tendrás suerte. En cualquier momento se presentará la ocasión y tu estarás ahí. 

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